Principales factores limitantes de la calidad de suelos frutícolas de Chile

El mejoramiento de la calidad del suelo es esencial para alcanzar altos rendimientos y calidad de fruta, sobre todo en el contexto de cambio climático y escasez hídrica, sumado a menores retornos y elevados costos de insumos, particularmente fertilizantes. El diagnóstico de la calidad de suelos se puede hacer con distinto nivel de detalle, por ejemplo, estimando el promedio de una propiedad de interés (ej. pH, materia orgánica, P, K, etc.) o a través de un mapeo detallado del suelo, con el uso de herramientas modernas como sensores proximales.

En el presente artículo se presentan los resultados de un mapeo detallado de suelos utilizando la tecnología de emisión de radiación gamma, sobre una superficie de aproximadamente 2.000 hectáreas, en suelos frutícolas de Chile, ubicados entre las regiones de Valparaíso y Ñuble.

EL PROMEDIO PUEDE SER ENGAÑOSO

Cuando se estima el promedio de una propiedad de suelo, en el mejor de los casos, se logra conocer de forma aproximada el valor central de la distribución; sin embargo, este parámetro puede ser engañoso desde el punto de vista agronómico, es decir, en promedio, una propiedad de suelo puede estar sobre su nivel crítico, pero una proporción importante de la población (área del cuartel) podría encontrarse bajo o sobre dicho valor crítico. En el primer caso se podría perder rendimiento por sub fertilización mientras que, en el otro, podría perderse eficiencia y dinero, por sobre fertilización.

En la Figura 1 se muestra la distribución del K extractable en un cuartel de 10 hectáreas. Se observa una elevada variabilidad espacial reflejada en su elevado coeficiente de variación (CV). La mayor frecuencia (área) de la distribución se encuentra alrededor de los 300 mg/kg; de hecho, el promedio de K extractable del cuartel es de 324 mg/kg, valor considerado suficiente (> 250 mg/kg). Si se inserta el promedio en la distribución acumulada se observa que, aproximadamente, un 60% del área del cuartel estudiado se encuentra bajo el promedio. Esto sucede pues en este caso, al igual que en la mayoría de las propiedades del suelo, la distribución es sesgada a la derecha, es decir, el promedio es mayor que la mediana (valor central). Ahora, al insertar el nivel crítico de K en el suelo (250 mg/kg K extractable) en la distribución acumulada, se observa que aproximadamente un 30% de ésta se encuentra bajo el nivel crítico, es decir necesitaría fertilización potásica, mientras que el 70% restante no requeriría la aplicación de este elemento. Esta información es de alta relevancia puesto que, por un lado, es posible eliminar el factor limitante en el área respectiva del cuartel y, por otro, se puede ahorrar fertilizante en el resto del cuartel.

EL ESTUDIO

Se evaluaron 52 cuarteles dedicados a la producción frutal, incluyendo suelos para nuevas plantaciones o plantaciones establecidas. La superficie total estudiada fue de 2.050 hectáreas. El tamaño de la superficie estudiada varió entre 8 y 340 hectáreas. Las especies evaluadas, por superficie y tipo de plantación.

En cada cuartel se mapearon detalladamente 29 propiedades de suelo, incluyendo, pH, conductividad eléctrica, materia orgánica, N disponible, P Olsen, K extractable, S extractable, Ca, Mg, K y Na intercambiables, CIC, saturación de Ca, saturación de Mg, saturación de K, saturación de Na, relación Ca/Mg, relación K/Mg, B extractable, Zn-DTPA, Fe-DTPA, Cu-DTPA y Mn-DTPA.

RESULTADOS DEL ESTUDIO

La proporción de los cuarteles estudiados que presentaban algún factor limitante varió entre 10 y 75%, dependiendo de la propiedad del suelo evaluada. El pH del suelo fue el factor limitante más frecuente, seguido de fósforo y potasio.

El grado de deficiencia dentro de los cuarteles también dependió del factor estudiado y, en promedio, varió entre 42 y 72 % para la saturación de Mg y el pH, respectivamente. Sin embargo, se observó una gran variación en términos de la proporción del área afectada entre cuarteles.

Desde el punto de vista agronómico, si tomamos por ejemplo el fósforo, un 71% de los cuarteles dedicados a la fruticultura presentarían algún sector deficiente, el que, en promedio, alcanzaría al 59%, es decir, aproximadamente un 42% (71 x 59%) de la superficie total necesitaría alguna enmienda de P.

En relación con factores limitantes de calidad de suelo, por exceso, el 40% de los cuarteles estudiados presentaba una proporción de su área con problemas de salinidad, mientras 44% de ellos mostraba niveles excesivos de Cu-DTPA. Más aún, el 25% de los cuarteles estudiados presentaba niveles tóxicos de Cu-DTPA (> 50 ppm). En promedio, la proporción del área de cada cuartel afectada por excesos de sales y Cu varió entre un 89 y 92%, respectivamente.

En total, un 35% del total de la superficie estudiada presenta excesos de Cu-DTPA, del cual un 8% corresponde a niveles tóxicos y el 23% restante a niveles altos (Figura 3). Estos elevados niveles de Cu-DTPA, en la mayoría de los casos, han sido construidos por las aplicaciones de Cu para control de patógenos y afectan la actividad de raíces y la biología del suelo. En la Figura 4, se presenta un mapa de Cu-DTPA en un cuartel de la Región de O´Higgins.

RECOMENDACIONES DE ENMIENDAS DE SUELO

Del total del área estudiada, aproximadamente un 60% requiere encalado (aplicación de carbonato de calcio), mientras que un 44, 38 y 6% necesitan la aplicación de enmiendas de fósforo, potasio y magnesio, respectivamente. Estas aplicaciones pueden realizarse en invierno, a través del uso de fuentes fertilizantes convencionales.

Por otra parte, un 24% de la superficie requiere la aplicación de materia orgánica, como enmienda, la que debería hacerse a través de materiales estabilizados como compost. Mirado desde el punto de vista de ahorro de fertilizante, en promedio, casi un 60% de la superficie no necesitaría fertilización fosfatada ni potásica, sin embargo, para disponer de esta información necesariamente debe mapearse el suelo en forma detallada.

CONCLUSIONES

La tecnología de mapeo de suelos es una herramienta esencial para determinar los factores más limitantes, en huertos nuevos y establecidos, posibilitando su corrección sitio-específica y el ahorro de importantes cantidades de fertilizantes y enmiendas.

Desde el punto de vista agronómico, el factor limitante más importante para la producción de fruta es el alto contenido de cobre extraíble, que se puede controlar con un pH alto y secuestro con materia orgánica estabilizada. Otros factores limitantes son el fósforo, el potasio y el magnesio, que pueden corregirse en época de invierno, durante el recreo, utilizando fuentes de fertilizantes convencionales.

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