Buen cierre de temporada para las semillas chilenas

El 2023 fue un buen año muy bueno para la industria de semillas de Chile. Así lo confirmó a Mundoagro, Mario Schindler, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Semillas, ANPROS. “Los envíos totalizaron cerca de US$450 millones, lo que representó casi un 30% más de lo exportado en 2022. El principal grupo exportador fue el de semillas de hortalizas, que exporta más de 50 diferentes especies, seguido de semillas de maíz, canola, girasol y flores, entre otras”, indicó.

Según el ingeniero agrónomo y director de la International Seed Federation (ISF) en términos históricos el 2023 fue el cuarto año de mayores exportaciones de los últimos 25 años. “Es una buena cifra, que marcó un quiebre respecto a la tendencia de exportaciones relativamente estables que habíamos tenido en los últimos cinco años, cercanas a los US$ 350 millones. Esperamos mantener esta tendencia en el largo plazo. Tenemos muy claro que no es fácil y que la demanda de semillas a nivel internacional cuenta con muchos factores que están generando incertidumbre respecto a la demanda por servicios de producción de semillas en contraestación en Chile. Para el año 2024 recién estamos comenzando con las primeras exportaciones de las especies de primavera-verano y falta mucho por recorrer para saber cuál será el comportamiento al final de este año”, agregó.

Sobre los factores que provocaron el alza, Schindler indicó que en general las semillas de hortalizas han venido creciendo a un ritmo constante desde hace varias décadas en Chile. En 2023 el crecimiento fue cercano al 25% respecto al año anterior. “También en 2023 se registró un aumento de canola, que contribuyó a este aumento en las producciones de semillas. Las semillas de maíz están dentro de sus niveles estables, pero también tuvieron un crecimiento en relación con el año pasado. En general fue un año en que los principales grupos presentaron crecimiento. En cuanto a mercados, la semilla chilena llega directamente a más 50 destinos, en muchos de los cuales se reexporta. Por lo tanto, podemos decir con bastante seguridad que es posible encontrar semillas chilenas en casi todos los países. Actualmente el 40% de las exportaciones se dirigen a América del Norte, 34% a la UE, 16% a Asia y 8% a Sudamérica, mientras que el restante se divide entre África y Oceanía”, resaltó.

Desafíos del sector

Diversos desafíos se enfrenta la industria de semillas de Chile. De acuerdo con Schindler entre los principales se encuentra mantener el liderazgo en el hemisferio sur como el principal proveedor de servicios de la industria semillera mundial. “En una industria globalizada, el rol de la industria semillera chilena para complementar los programas en el hemisferio sur, es clave. Por lo tanto, buscamos seguir consolidándonos como el principal actor en la región y mantener la imagen de confianza y calidad con la que cuenta Chile. Para nosotros también es importante el mercado interno, es decir, abastecer de semillas de la más alta calidad a todos nuestros agricultores. La semilla que producen nuestros miembros es la base de la producción agrícola y de la seguridad alimentaria de Chile”, comentó.

Según el ejecutivo, otro desafío clave para ANPROS es en el ámbito fitosanitario: “Tenemos nuevas regulaciones vinculadas a la producción de semillas. Una de nuestras prioridades es que el movimiento internacional de semillas sea fluido, respetando el patrimonio fitosanitario chileno. Por lo tanto, necesitamos regulaciones que están totalmente basadas en ciencia y que permitan la posibilidad de que las semillas se mueven internacionalmente dentro de los plazos necesarios”.

La disponibilidad de plaguicidas también es un tema fundamental para la asociación. Schindler detalló que “hay una cantidad importante de productos en evaluación. Entendiendo que se está haciendo de una manera técnica, es importante tener presente que esto puede impactar de manera muy relevante a nuestra industria y a toda la agricultura en términos de la disponibilidad de productos que se requieren para poder producir cómo necesitamos, es decir, producir más con menos recursos, que es uno de los temas que siempre hemos hablado”.

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