Dar valor a la leche nacional

Los productores ya no son los mismos. Hoy están definiendo estrategias que les permitan dar sustentabilidad a sus explotaciones en un escenario global. La Asociación ha recogido su sentir, coincidiendo en que es importante controlar las distorsiones internacionales de los precios lácteos, como también agregar valor a la producción regional.

En la primera arista, nos acabamos de reunir con el Ministro de Agricultura, tanto en Osorno como en Santiago, quien logró comprender la dimensión del problema por el cual atraviesan los productores, que a toda luces amerita una rápida reacción por parte del Estado, naciendo un compromiso de trabajar en el instrumento adecuado para minimizar el impacto del incremento de las importaciones, y el daño al sector lechero primario.

Hoy, existe hoy un consenso transversal de que la leche del sur de Chile es de primerísima calidad. Fue el mismo Paul Bulcke, CEO de Nestlé Internacional, quien señaló en el momento inaugural de la planta de Cancura: "la leche chilena es la mejor del mundo". Justamente con esta leche, en esta misma planta, se procesan los productos Nestlé para niños, porque tienen la pureza, la trazabilidad y los beneficios de venir de una leche en base a pastoreo, con un sello y características fundamentalmente verdes.

Queremos llevar nuestra producción a todos los consumidores, ya que con la leche chilena se puede hacer leche en polvo, quesos, yogurt, o cualquier otro producto, con la certeza entregada por la mejor materia prima. Así, es necesario clarificar que los ingredientes de éstos sean de origen nacional, y con ello tendrán un plus: la garantía de calidad.

En este camino, ya existen proyectos presentados por diputados de la zona, siendo primordial para que el consumidor pueda decidir, el revelar la procedencia de la leche. Cada producto lácteo en góndola deberá señalar en forma adecuada su origen, identificando claramente si es importado o nacional, con la exigencia de que esta información sea de un tamaño tal, que pueda diferenciarse fácilmente al momento de la compra.

La leche chilena es de primer nivel, en cualquier formato que el consumidor elija. Y si para los chilenos es buena, también lo será para los millones de consumidores, que buscan certeza de pureza y calidad.

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