Canalistas aseguran que ley de riego no permitirá avanzar en infraestructura de aprovechamiento hídrico

Un representante de los regantes del canal Biobío-Negrete dijo que la disminución del presupuesto destinado a la ley de riego no permitiría continuar avanzando en la tecnificación e impermeabilización para evitar pérdidas de agua para riego o incluso mantener aquellos sistemas que ya están instalados en la región y el país, porque los recursos son menos de los necesarios para el desarrollo en esta materia.

El administrador de la Asociación de Canalistas Biobío-Negrete, Juan Vallejos, dijo que la definición administrativa “es muy preocupante, porque ya son varias señales las que se vienen dando, hace tiempo, respecto al financiamiento de los proyectos de riego. Se iniciaron con la no renovación de la ley de riego por los periodos que estábamos acostumbrados”. “Por cinco, siete o 10 años se había renovado en periodos anteriores. La última vez fue por 12 años. Ahora solamente la postergaron por un año sin haber estudiado la ley y este año va a pasar lo mismo”, lamentó el vocero de la agrupación de regantes. Vallejos opinó que “la ley de fomento está en plena reforma y la señal de disminuir los presupuestos es muy mala. Sabemos que las obras de riego tienen asociada mucha mano de obra y muchos beneficios para la sociedad en general, al implicar una cantidad importante de impuestos”.

RECORTE NO PERMITE MANTENER LA INFRAESTRUCTURA DE RIEGO

“No creo que el disminuir los recursos que se están destinando a la inversión en riego sea una buena señal. Los sistemas de conducción de riego son canales muy largos y redes que necesitan mantención permanente”, advirtió el vocero de la Asociación de Canalistas de Biobío-Negrete. Juan Vallejos indicó que “lo que nosotros podemos abordar con obras son porcentajes muy bajos de las redes totales de canales que necesitan renovación permanente, tanto en el caso de las obras de distribución así como las obras de conducción”. “Hoy estamos tratando de agregar sistemas de control automatizado, mediciones de flujo que se reporten en tiempo real, que necesitan mantención e inversiones importantes que no es posible hacerlas por otra vía que no sea la ley de fomento al riego”, alertó Vallejos.

El administrador de la agrupación de usuarios de agua para riego agrícola lamentó que lo anterior se dé debido a que “los presupuestos de las organizaciones no permiten hacer inversiones importantes en las redes de canales, especialmente en las obras civiles, que son muy caras”. “Nosotros como organizaciones de usuarios dependemos del buen funcionamiento de la ley de riego, y eso nos preocupa mucho. Los presupuestos no están acorde las necesidades de las asociaciones”, criticó el representante de los regantes. “Además hay focalizaciones que benefician a otras regiones. En ese sentido nos hemos sentido un poco postergados los últimos años”, consideró el administrador de la Asociación de Canalistas Biobío-Negrete.

LLAMARON A FORTALECER EL PRESUPUESTO PARA MEJORA DE OBRAS

Respecto al diálogo entre el conjunto agrícola y la autoridad para expresar estas preocupaciones, Juan Vallejos dijo que “hemos estado en conversaciones con el coordinador de la Macrozona Sur para Biobío y Ñuble y estamos tratando de que se mejoren los presupuestos y también en que la continuidad de la ley nos permita seguir participando de una manera adecuada”. “Habíamos tenido algunas señales que no eran buenas para el funcionamiento de las organizaciones con la ley de riego y creo que estamos logrando poder seguir participando y que la futura ley contemple presupuestos más adecuados a las obras civiles”, agradeció el representante de los regantes. El vocero de estos usuarios de agua llamó a entregar recursos “más adecuados a lo que son las obras civiles, con presupuestos más grandes que permita construir obras de importancia”. “Con obras pequeñas solo se pueden hacer parches y no soluciones integrales para la conducción del agua”, dijo el administrador de la Asociación de Canalistas de Biobío-Negrete. Sobre la efectividad de la ley de riego como una herramienta de largo plazo para hacer frente a las necesidades hídricas en el agro, Vallejos afirmó que “la ley de riego es un excelente instrumento, pero se necesitan más recursos. Es un instrumento que puede proyectarse a largo plazo y a otro tipo de obras en la medida que dispongamos de un presupuesto mayor”. “También es un instrumento que ha demostrado ser bastante versátil y flexible a la hora de adaptarse a las necesidades, porque lo hemos usado en emergencias que han afectado zonas de riego, entonces creo que es un instrumento excelente. Lo que necesitamos es mantenerlo, fortalecerlo y adecuar el presupuesto a las necesidades”, finalizó el representante de los regantes.

La Tribuna