Expertos en gestión del agua abordaron las claves para la sostenibilidad de las cuencas

Con el interés de abordar la complejidad de la gestión de las cuencas y la gobernanza del agua, en un escenario de cambio climático, sequía y escasez hídrica que hoy enfrenta el país, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático -ASCC- y Corfo desarrollaron el congreso internacional "Soluciones para la sustentabilidad hídrica de la cuenca del Biobío", con la participación de 220 espectadores.

El director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Giovanni Calderón, junto al director del Centro de Ciencias Ambientales -EULA- de la Universidad de Concepción, Ricardo Barra, y el subdirector de Innovación y Emprendimiento de Corfo Biobío, Marcelino González, inauguraron este encuentro virtual y gratuito que estuvo dirigido a todo público, especialmente del Biobío.

Al respecto, Giovanni Calderón enfatizó que la situación hídrica en Chile es crítica, agravada por una mega sequía que se extiende por 12 años, incluso en la Región del Biobío, donde más de 26 mil personas se abastecen a través de camiones aljibes y el déficit de precipitaciones se eleva por más del 60%.

"Eso implica la necesidad de implementar esfuerzos adicionales en todos los ámbitos, particularmente en el mundo productivo, donde podemos introducir nuevas prácticas y tecnologías para hacer más eficiente el uso del agua, pero también como consumidores tenemos que aplicar en los hogares medidas de eficiencia hídrica para hacer un esfuerzo conjunto, para paliar los efectos del cambio climático y, por otra parte. hacer una mejor gestión del agua, que es probablemente el mayor problema que enfrentamos como país", sostuvo Calderón.

Por su parte, el director del Centro de Ciencias Ambientales -EULA- de la Universidad de Concepción, Ricardo Barra, relevó el aporte que tiene el conocimiento científico para las soluciones que se requieren para la sostenibilidad y la seguridad hídrica en un escenario complejo de sequía, que también está impactando en la calidad del agua. 

"El investigador enfatizó que hoy tenemos mejores alternativas, e incluso soluciones más económicas, para  abordar la escasez hídrica que estamos enfrentando.  Para ello necesitamos las modificaciones regulatorias que se están llevando a cabo y hacer una efectiva descentralización de la gestión del recurso hídrico desde las cuencas, desde los territorios pero a la vez pedimos una centralización en la información, para tener mejores sistemas de información sobre la disponibilidad de agua, su calidad y responder a la gran incertidumbre sobre un recurso, que está siendo explotado de forma bastante intensiva como son las aguas subterráneas".

Marcelino González, de Corfo Biobío, destacó que la innovación en el tema del cambio climático y los recursos hídricos cumplen un rol protagónico y explicó las distintas iniciativas en la región con foco en economía circular. "El tema del recurso hídrico es la gran problemática a nivel país, donde la Región del Biobío se está haciendo cargo a través de varios proyectos, como el que tenemos con la Universidad de Concepción sobre desalinización de agua de mar, que fue muy exitoso y se está trabajando para poder aplicarlo a nivel nacional", precisó. 

Las exposiciones desde el mundo académico estuvieron a cargo de José Luis Arumi, catedrático de la Universidad de Concepción e investigador del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM); Antonio González, de la Unidad de Información y Evaluación Científica de la Universidad de Córdoba, y Javier del Valle, profesor de la Universidad de Zaragoza. Por parte del sector público, participaron Andrés Esparza, director regional del DGA y Víctor Vargas, investigador de INFOR. 

Finalmente, se realizó la Mesa Redonda: "Desafíos para la Seguridad Hídrica en un Contexto de Cambio Climático", que contó con la participación de Carolina Baeza, del EULA, Juan Vallejos, presidente de la Junta de Vigilancia del Biobío, Sebastián Jofré, de la ASCC, y María Victoria Gil, de la Universidad de Córdoba. 

En la instancia se relevó la importancia del componente social en la gestión hídrica y la necesidad de organizar procesos participativos para avanzar en una gobernanza del agua, con el involucramiento activo de todos los actores de los territorios, y el acompañamiento de la academia y el Estado. Se coincidió en que la desconfianza es la principal barrera en la gestión del agua, por lo que se debe garantizar la legitimidad y la transparencia en estos procesos. Además, entre los principales desafíos en los sistemas de agua potable rural, además de la provisión de agua, está garantizar la calidad del recurso y generar capacidades para evitar un problema de salud. 

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