Salvaguardias e importaciones: una aclaración

En la sección Cartas de su edición de ayer, el economista Nicolás Rey se refiere a opiniones que emití en una entrevista publicada el miércoles en este medio. Señala que al "inicio de la investigación" de salvaguardias, y ante la eventualidad de que se impongan gravámenes, se generan fuertes incentivos a "adelantar" importaciones de commodities lácteos.

De acuerdo con nuestro marco legal (Decreto N°1314), una investigación por salvaguardias no podrá extenderse por más de 90 días desde su inicio. Es esperable que los importadores utilicen esta ventana de tiempo para adelantar y "acumular stocks en la medida que ello sea posible", como argumenta Rey. Sin embargo, el cartista omite que la presente investigación se inició el 8 de marzo de este año y, en consecuencia, la ventana "en la medida que ello sea posible" se agotó hace mucho tiempo.

Dado que los plazos de la presente investigación están ampliamente superados, en más de seis meses, y que la resolución del presente caso es inminente, resulta aventurado plantear que una compañía se arriesgaría a adelantar compras desde destinos tan lejanos como Holanda y Nueva Zelanda, y soportar el pago de salvaguardias. Con respecto al eventual traspaso de la medida a precios al consumidor, veamos qué dice la evidencia. En octubre de 2009 se aplicaron sobretasas arancelarias de 15% a las importaciones de leche y queso gouda. De acuerdo con información del INE, el precio a consumidor de estos productos disminuyó 1% en promedio en los dos meses que siguieron a la aplicación de la medida, no existiendo el traspaso anunciado por Rey.

En su carta, él señala que el poder de mercado de las firmas "mitiga el traspaso de precios de paridad de importación a precios de consumidor". A confesión de partes, relevo de pruebas.

Por  Jorge Bravo, PhD in Economics, Georgetown University, Socio de Quiroz y Asociad

Diario Financiero