El anhelo de la industria de la leche
En los últimos años la industria láctea nacional ha tenido que enfrentar una tormenta perfecta: la sequía entre 2015 y 2016, que fue la peor en 50 años, sumada a una baja importante en el precio de la leche a nivel mundial. Pero la mala racha no es eterna y ese fue el mensaje que se expresó en el Foro económico y políticas lecheras que realizó el Consorcio Lechero. En la oportunidad, Octavio Oltra, Secretario de la institución, indicó que Chile actualmente tiene una producción de 2.500 millones de toneladas de leche, pero con un potencial de 4.000 millones de litros. La incógnita que se busca resolver es cómo concretar ese potencial. Para el presidente de Fedeleche, Rodrigo Lavín, "los productores necesitan tener una perspectiva de la leche, por lo que se requiere de señales acordes del sector industrial".
Como camino para aumentar la producción, y con eso la rentabilidad, Guillermo Iturrieta, presidente ejecutivo de Exporlac Chile, indica que los productores deben incorporar más tecnología. "Deben aplicar la automatización en el proceso de ordeña y en toda la cadena". Sin embargo, no alcanza con eso. Es fundamental tener una conciencia de que, aunque cada uno con sus particularidades, exis ten circunstancias comunes para todos los productores. Por eso Sebastián Ganderats, Gerente General del Consorcio Lechero, señala la unión como una de las premisas para lograr el anhelo de los 4.000 millones de litros. "Es importante que todos dispongamos de información común y transparente; ello ayudará a generar confianzas".
Desafíos por concretar
La industria láctea nacional se encuentra en el momento de dar el salto y llegar a la meta, pero para ello es necesario concretar algunos desafíos. Para Rodrigo Lavín, la piedra angular en todo esto es el aumento en la masa ganadera, ya que según cifras de Odepa, el 2017 la producción promedio por hectárea fue de 3.885 litros, siendo fundamental aumentar la cantidad de ganado en producción. Otro elemento relevante es en realidad un aspecto transversal a todo el sector agrícola: el riego. Sebastián Ganderats hizo énfasis en la necesidad de un mejoramiento en las praderas que permita aumentar la superficie de producción, para lo cual aconsejó incorporar nuevas técnicas de riego en los predios.
En lo relativo a la industria, se suma la necesidad de crear nuevos productos. Esto, según Iturrieta, permitirá aumentar el consumo de productos lácteos. Además indica que es necesario el desarrollo de envases más sofisticados, para así agregar valor a los productos, especialmente aquellos que son exportados. "La autoridad debe implementar una agenda de simplificación regulatoria, que elimine esos lomos de toro pronto, para no seguir perdiendo competitividad internacional".
Ciclos de precios
A nivel internacional en los últimos años la industria láctea se ha caracterizado por cierta volatilidad, con ciclos de precios muy marcados. Por eso se ha vuelto una necesidad que los productores identifiquen ciertas estrategias que permitan mitigar el paso de los precios altos a los bajos de forma abrupta. El Dr. Andrew Novakovic, profesor de la Universidad de Cornell, indicó que "en EE.UU. la industria lechera ha crecido pese a la volatilidad de los precios y la inflación". Más allá de ciertas diferencias, los productores chilenos pueden aprender mucho de este caso, ya que en Estados Unidos han sido capaces de mejorar la capacidad de producción con los mismos recursos, mejorando la gestión, con vacas más productivas y optimizando los recursos. Novakovic indicó que la solución de la industria no se encuentra en manos del gobierno, sino en la de los productores. "Se deben unir y trabajar en conjunto, generando diálogos entre los diferentes actores para encontrar soluciones y de esta manera enfrentar los efectos de la volatilidad de los precios". Ganderats coincide con este punto por lo que aconseja a los productores reaccionar rápido a los cambios de precio "por medio de adecuaciones en los sistemas y mantener un capital de trabajo como reserva".
La industria debe realizar el traspaso de información de forma expedita hacia los productores y, a juicio de Novakovic, generar acuerdos de volúmenes de producción ajustados a la demanda. Esa fue una de las estrategias que usaron en EE.UU.
Proyecciones positivas
Cuando la industria láctea nacional logró el 2014 un peak productivo, nada hacía presagiar que los siguientes tres años iban a llegar con semejante caída en los precios. El gerente general del Consorcio Lechero comenta que "la crisis de los precios y el cambio climático de los últimos años tuvieron como efecto una disminución de la producción en la región. Pero todas las señales indican que tendremos un periodo de recuperación paulatina del sector".
Guillermo Iturrieta es igual de optimista y estima que el presente año se debería generar un crecimiento de 2% en producción. "Además hay una recuperación sostenida del comercio exterior, donde esperamos crecer en un 6% este año".
Los expertos indican que uno de los síntomas más relevantes es que afloran acuerdos y agendas de desarrollo comunes a toda la cadena láctea. A juicio de Iturrieta "hay un ambiente más benigno que en años anteriores en la relación con los actores y una especie de conciencia colectiva de defensa de la actividad".
La recuperación paulatina de la industria ya está siendo palpable: en el primer trimestre las exportaciones llegaron a 92,1 millones de litros, comparado al mismo periodo del 2017, cuando alcanzaron los 86,8 millones de litros. El presidente ejecutivo de Exporlac Chile comenta "si proyectamos ese crecimiento al año completo, podríamos estimar una exportación para el 2018 de 330 millones de litros". Después de varios años los productores de leche escuchan noticias alentadoras, pero es necesario tomarse las cosas con calma y tener claras las estrategias para enfrentar los ciclos de precios. Ahora es el momento del repunte del sector, tal como un ave fénix; toda la industria unida puede ayudar a que esta situación de mantenga por un periodo prolongado.
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