Acompañamiento productivo

La Sociedad Nacional de Agricultura ha planteado en más de una ocasión un punto importante relacionado con la entrega de tierra a las comunidades mapuches y el aprovechamiento lógico que de ellas se puede esperar, para beneficio propio de esas familias y el inherente progreso de zonas fuertemente deprimidas.

Hay quienes postulan la propiedad de tierras sin ligarlas a un desarrollo productivo, pero la inmensa mayoría las requiere con el afán de trabajarlas y buscar en ellas su forma de vida. Un ejemplo son las miles de personas, en su mayoría mujeres, que llegan hasta la capital regional y otras ciudades para vender sus hortalizas, huevos, aves, cereales, etcétera. Está presente, en consecuencia, el deseo de explotar adecuadamente las tierras que han recibido o que en el evento recibirán.

El titular de la SNA plantea como fundamental el acompañamiento productivo para las familias mapuches que están en estas condiciones, vale decir convertirlas en receptoras reales de la transferencia tecnológica, dotarlas de los medios necesarios para decidir qué producir y cómo hacerlo para ingresar a un mercado cada vez más diversificado y exigente.

Que se puede lograr, hay múltiples ejemplos exitosos, sobre todo basados en la explotación de recursos naturales hoy puestos en valor como nunca antes. El contar con tierra es un inicio, pero se necesita de ese acompañamiento para que dichas familias, de acuerdo a sus propias decisiones, emprendan un camino productivo rentable y sustentable.

Ha habido ayudas de los entes estatales, municipios, universidades e incluso empresas privadas del ámbito forestal, pero se precisa una institucionalidad permanente y especializada que permita a las gentes de las comunidades -que desean trabajar la tierra- hacerlo con las mejores armas y contribuir así a superar su nivel de vida y el de la zona en general.

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