Opinión: Vocación de desarrollo

A los productores de leche del país nos asiste el ánimo y la voluntad de trabajo conjunto para recuperar la senda de crecimiento del eslabón primario de la cadena láctea nacional.

Para enmendar el rumbo, será clave la participación activa que tengan las distintas asociaciones de productores en el sentido de transmitir e incorporar en la agenda sectorial la realidad primaria de las regiones de nuestro país.

En función de este objetivo, Fedeleche junto con sus organizaciones lecheras socias, han solicitado en un evidente ánimo de espíritu constructivo la reactivación de la Comisión Nacional de la Leche y participar activamente en las distintas subcomisiones que la componen.

 Así, hoy nuestra Federación está a cargo de coordinar la subcomisión de Soporte de Cadena y apoyar a la Asociación de Exportadores Lácteos (Exporlac) en la subcomisión de Desarrollo de Mercados. La participación no se agota ahí y se materializa también en la subcomisión de Asociatividad y de Competitividad, todas materias en las cuales esperamos avanzar como sector.

Otros aspectos relevantes a mencionar es el volver a potenciar las exportaciones nacionales de leche, ámbito en el cual hemos ido perdiendo paulatinamente terreno frente a las importaciones lácteas, y que signifique una mayor demanda por leche fresca o la integración vertical de los productores, que permita mejorar su rentabilidad y darle sustentabilidad al negocio primario en términos económicos, sociales y medioambientales.

En función de lo anterior, como Fedeleche reconocemos en las instancias sectoriales una oportunidad para recuperar el diálogo, el que se ha visto tensionado en algunos momentos y fracturado lamentablemente en otros episodios, justamente porque nuestros interlocutores no han querido avanzar con voluntad real en algunas de las materias que hoy aparecen en la agenda, pagando esa cuenta el sector primario con un cierre sistemático de lecherías, sus colaboradores, con la destrucción de las fuente laborales, el país y la regiones, por la falta de una proyección empresarial que permita reactivar la producción, inversión y en definitiva, la lechería como un motor social y económico relevante.

Por Rodrigo Lavín, presidente de Fedeleche y vicepresidente de Agrollanquihue.

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