Próximo ministro de Agricultura y Código de Aguas: "No podemos aceptar que ese derecho se precarice"

Siete ejes tendrá la gestión de Antonio Walker cuando el 11 de marzo aterrice en el Ministerio de Agricultura. "Tendremos un sello social y de apoyo al mundo productivo", dice mientras da cuenta que todo lo relacionado a materias hídricas tendrá un foco especial.

Por eso, no tarda en abordar los cambios que el actual gobierno intentó realizar al Código de Aguas, los que califica de inaceptables porque era un riesgo para el desarrollo de la industria.

- ¿Cómo evalúa las modificaciones al Código de Aguas? ¿Es necesario modificarlo?

- Nosotros estamos conscientes de que hay que modificarlo, porque es de 1981 y no considera cosas como el cuidado de glaciares o el cambio climático, además que en torno al agua ha habido mucha especulación, pero no podemos aceptar que se precarice y se cambie el derecho de aprovechamiento del agua. Con las modificaciones se estaba alterando su naturaleza jurídica. Tampoco nos gustaba esta especie de concesión a 30 años para los nuevos derechos. Alterar la certeza jurídica afecta la imagen internacional y da mala señal a los inversionistas.

- Creo que sí, tenemos que tener una discusión no ideológica y más técnica. Este Código de Aguas tiene aspectos negativos y positivos, pero como Ministerio queremos asegurarle al usuario que este derecho de agua no se va a alterar. Por eso tenemos una disposición de llegar a un acuerdo con los parlamentarios y el mundo rural.

- ¿En qué condiciones ve el sector agrícola?

- Tenemos un poder económico que antes no teníamos. Exportamos US$ 16.500 millones, tenemos una cobertura territorial de Arica a Punta Arenas. El PIB integrado se acerca al 11%. Estimamos que el 2025 vamos a estar exportando cerca de los US$ 25.000 millones en la industria silvoagropecuaria.

- ¿Cómo abordarán el tema de la escasez de agua?

- El plan es reimpulsar el proyecto de 2013 del presidente Piñera, relacionado a una política y estrategia de recursos hídricos. Se apoyarán y terminarán los embalses que se van a construir y licitar. También vamos a tecnificar el riego para dejar más agua disponible. Queda mucho trabajo en materia de revestimiento de canales, aumentar los concursos, el riego tecnificado, filtración de napa subterránea. Todo depende mucho de cómo venga el clima, pero nos gusta el tema de los embalses.

- ¿Cómo está viendo los efectos de la baja del dólar para los agricultores?

- Tenemos varias amenazas para nuestro programa, una es el dólar. Siempre vamos a hacer todo lo posible para ayudar a los productores, pero viene un ciclo complicado con el tipo de cambio para la rentabilidad de los cultivos tradicionales y la ganadería, eso nos preocupa.

- ¿Va Chile en camino a ser una potencia agroalimentaria, qué falta para serlo?

- Hemos hecho muchísimo. Somos el primer exportador de fruta fresca del hemisferio sur y el 14° país que más exporta productos agrícolas, el tema es cómo seguir potenciándolo.

La certeza jurídica y la estabilidad política-económica ayudan mucho a que nos vayamos convirtiendo en potencia agroalimentaria. Para eso tenemos que hacernos cargo del agua y dar estabilidad de también es clave, asegurar al inversionista de que aquí puede invertir, porque el país funciona en temas como la seguridad o la delincuencia, pero también asegurarle que vamos a poder manejar una serie de factores. La certeza jurídica y la estabilidad política y económica ayudan mucho a que nos vayamos convirtiendo en potencia agroalimentaria. Tenemos todas las condiciones.

- ¿Tenemos que ver qué servicios unir?

El próximo titular del Ministerio de Agricultura tiene claro que ante el crecimiento que está registrado en los últimos años el sector agrícola, la modernización de la cartera y sus servicios es una prioridad.

Justamente en esto coincidió con Carlos Furche en la reunión que sostuvieron en enero con motivo del traspaso de cartera.

La mira estuvo particularmente puesta en el Indap y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

Sobre este último, consideró que "no va al ritmo de la industria. Chile en 2016 exportó 20 millones de cajas de cereza, y en 2017 fueron 38 millones, entonces el SAG se hizo agua", graficó.

Respecto a los doce servicios con los que cuenta la cartera, sostuvo que "tenemos que ver cuáles servicio podemos unir. También estamos detectando cómo podemos ser más eficientes en costos y cómo hacer más con los mismos recursos".

La cartera tiene un presupuesto en torno a los US$ 1.000 millones, 1,6% del presupuesto nacional.

Diario Financiero